Exjefe del fútbol español comparece por primera vez en juicio por el beso forzado a Jenni Hermoso
El otrora máximo dirigente del fútbol español Luis Rubiales comparecerá por primera vez este martes ante el tribunal que lo juzga por el beso forzado a Jenni Hermoso, un gesto que él redujo a un "pico de dos amigos" pese a la indignación que desató.
"Un beso en los labios, [lo doy] solamente cuando yo decido hacerlo", afirmó la futbolista el 3 de febrero en el inicio del juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Rubiales, de 47 años, está acusado de agresión sexual, por el beso en la boca, y de coacciones, por presionar a Hermoso para que lo justificara. La Fiscalía pide 2,5 años de cárcel por ambos delitos.
El escándalo estalló el 23 de agosto de 2023, cuando las jugadoras de la selección femenina española, tras haber ganado el Mundial en Sídney, llegaron al podio para recoger las medallas.
Al felicitar a Hermoso, la número 10, Rubiales le agarró la cabeza con las dos manos y le plantó un beso en los labios.
La destacada jugadora, convertida en símbolo contra el sexismo en el fútbol español, siempre ha defendido que el beso se impuso contra su voluntad.
"Me sentí poco respetada", señaló Hermoso en su declaración.
En ella, la actual delantera del Tigres mexicano relató las "incontables" veces que le pidieron que hiciera un comunicado o un video para justificar los hechos, hasta que pidió que la dejaran "en paz".
Desde el inicio del proceso en la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares, en las afueras de Madrid, el antiguo jerarca del fútbol asiste a las declaraciones de testigos.
Estos incluyeron a las compañeras de Hermoso, que describieron cómo la jugadora quedó devastada tras el beso forzado y cómo le afectaron las presiones para disculpar a Rubiales.
Además de él, otros tres coacusados se enfrentan a penas de 18 meses de prisión: el exentrenador de la Roja femenina, Jorge Vilda, y dos exdirigentes de la RFEF, Rubén Rivera y Albert Luque, procesados por las coacciones a Hermoso.
- "Expresiones soeces" -
"Rubi", como le conocen sus allegados, tuvo una modesta carrera como jugador profesional pero destacó como jefe del sindicato de futbolistas, lo que le permitió acceder en mayo de 2018 a la presidencia de la RFEF.
Desempeñó el cargo con mano de hierro y se aferró a él pese a una suspensión de la FIFA y a la multiplicación de los llamados para que dimitiera después del escándalo.
Durante varios días, aseguró que el beso fue "mutuo" y "consentido", y se declaró víctima de un "falso feminismo". Terminó por ceder a la presión y renunció a su cargo el 10 de septiembre de 2023.
"Los gestos misóginos, las expresiones soeces, el desastre protocolario y los insultos de este último bochorno mundial, no son una sorpresa", señaló su archienemigo Javier Tebas, el jefe de la Liga, luego del escándalo.
Instantes antes del beso impuesto a Hermoso, Rubiales ya había llamado la atención al agarrarse los genitales para celebrar la victoria de las jugadoras españoles en la tribuna oficial. Lo hizo a escasos metros de la reina Letizia.
Tras su dimisión, habló con el periodista británico Piers Morgan sobre las consecuencias de una "campaña tan desproporcionada".
Desde su caída en desgracia, Rubiales vive discretamente en la ciudad andaluza de Granada como "un vecino más", según medios españoles.
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