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Demi Moore admite que solía 'torturar' su cuerpo en sus primeros días en Hollywood: "Era muy dura"

Durante una entrevista para la revista People, la reconocida actriz Demi Moore admitió que tenía una mala relación con su cuerpo y que hacía cosas "disparatadas" con la dieta y el ejercicio.

Moore dijo que su papel en “Striptease” la ayudó a aceptar su cuerpo. Foto: Cosmopolitan
Moore dijo que su papel en “Striptease” la ayudó a aceptar su cuerpo. Foto: Cosmopolitan

Demi Moore es la ovacionada protagonista de la película "La sustancia" (2004), cinta cinematográfica que cuestiona los estándares impuestos a las mujeres por una sociedad que —cada vez más y a más temprana edad— glorifica de manera obsesiva la belleza. Lo que atraviesa el personaje de Moore en la película no dista de lo que ella misma experimentó en su juventud. "Hice cosas locas con la dieta y el ejercicio”, confesó.

Además, calificó como un "castigo" el tipo de trato que ella misma le daba a su cuerpo al incorporar a diario hábitos perjudiciales. Sin embargo, ahora eso cambió y prioriza su bienestar y calidad de vida. "Tengo una relación mucho más intuitiva, relajada y de confianza con mi cuerpo. Se trata mucho más de mi salud y bienestar general. Se trata mucho más de la longevidad y la calidad de vida. Y creo que he evolucionado hacia una mayor consideración hacia mí misma", manifestó con sabia sinceridad.

Demi Moore frente al espejo: cómo encontró paz con su imagen

“Mi cuerpo pasó por varias transformaciones, y, sin duda, se volvió mucho más grande y musculoso. Sin embargo, pronto me di cuenta de que no quería cargar con eso. Lo que realmente deseaba era mantener esa fuerza dentro de mí. Sentí que ya estaba agotada de haber sometido a mi cuerpo a tanto durante tanto tiempo”, dijo refiriéndose a su participación en G.I. Jane, drama bélico dirigido por Ridley Scott. Fue entonces que la perspectiva de Moore dio un inesperado pero necesario giro. Abandonó las dietas estrictas y ejercicios excesivos para aprender a escuchar y querer su cuerpo.

"Dejé de intentar controlar mi comida y tuve un momento de rendición donde simplemente me dejé llevar y comprendí realmente lo que significaba aceptar mi cuerpo tal como es, aunque no sea el cuerpo que deseaba", dijo. Detalló que se sintió más cómoda su físico después de interpretar a una secretaria del FBI convertida en stripper en la película "Striptease" y describió cómo la sensación de bailar, moverse y encontrar comodidad en la relación con su cuerpo fue muy poderoso y liberador.

Ese proceso de transformación interna no fue de inmediato, pero marcó un antes y un después en su vida personal y profesional. Moore entendió que su cuerpo no era solo una herramienta de trabajo o un objeto de escrutinio público, sino un reflejo de sus vivencias, resiliencia y evolución como mujer. “Por primera vez dejé de verme desde afuera. Empecé a habitarme desde adentro”, confesó. Desde entonces, su relación con el espejo cambió por completo: ya no buscaba perfección, sino autenticidad.

A Demi Moore el paso de los años no le pesa

A sus 62 años, recalca la palabra "liberador" para referirse a la autoaceptación que ha alcanzado. Según sus palabras, sabe que no tiene el mismo cuerpo que cuando tenía 20 o 30. Paradójicamente, a esas edades tenía muchas quejas sobre su físico. “Escucho a mi cuerpo y tengo mucho menos miedo. Cuando era más joven, sentía que mi cuerpo me traicionaba. Así que simplemente intentaba controlarlo”, señaló. “Y ahora no opero desde esa perspectiva. Es una relación mucho más alineada”.

Demi Moore integró a su vida la meditación y sesiones de journaling —una práctica que consiste en escribir cada día en un cuaderno ideas, deseos, miedos y objetivos—, y, aunque pone especial atención a la calidad de los nutrientes de los alimentos que consume, no lo lleva al extremo. "En general, me gusta la comida rica en nutrientes. No como carne. Sí como huevos. Pero creo que gran parte del bienestar está en la salud de adentro hacia afuera. (...) Es decir, no soy perfecta. Todavía bebo Red Bull. Me encanta. Pero no tomo mucho ”.

Hoy en día, Moore celebra su cuerpo no como un estándar a alcanzar, sino como una historia vivida, llena de experiencias que la han fortalecido. A sus 62 años, más que nunca, está en paz con quien es, y esa paz se refleja en su presencia.