Educación

Cinco retos de la inteligencia artificial que transforman el aprendizaje de los estudiantes

A medida que las instituciones educativas adoptan tecnologías avanzadas, surgen retos que deben ser abordados para maximizar el potencial de aprendizaje.

Inteligencia Artificial mejorará la educación. Foto: difusión
Inteligencia Artificial mejorará la educación. Foto: difusión

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el ámbito educativo, planteando interrogantes sobre su rol en el aprendizaje. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, la UNESCO celebra el Día Internacional de la Educación 2025 con el lema: “IA y educación: preservar la autonomía en un mundo automatizado”. Este evento invita a reflexionar sobre cómo la educación puede empoderar a las personas en la era digital.

Juan Carlos García Vargas, vicerrector de la Universidad de Lima, destaca que la IA no debe ser vista como un reemplazo, sino como una aliada en el proceso educativo. Con el 85 % de los empleos que existirán en 2030 aún por crearse, es crucial que la educación se adapte a las nuevas demandas del mercado laboral, que exige habilidades digitales y pensamiento crítico.

En este contexto, García identifica cinco retos fundamentales que la educación debe enfrentar para aprovechar el potencial de la IA sin perder de vista lo humano.

1. Regulación clara y actualizada

La falta de un marco normativo adecuado es un desafío significativo. Según la UNESCO, solo siete países han desarrollado regulaciones para el uso de la IA en entornos educativos. Es urgente establecer un marco legal que guíe el uso responsable de estas tecnologías, que contemple la formación docente, la protección de datos y la ética digital.

2. Cierre de la brecha tecnológica

La desigualdad en el acceso a internet y dispositivos limita la integración de la IA en países como Perú. Para que todos los estudiantes se beneficien de estas herramientas, es esencial implementar políticas inclusivas que garanticen conectividad y capaciten a las instituciones educativas.

3. Evitar la deshumanización del aprendizaje

Aunque la IA puede personalizar contenidos, no debe reemplazar el valor del vínculo humano en la educación. Es fundamental mantener currículos que fomenten la empatía, el pensamiento crítico y el trabajo colaborativo, equilibrando estas habilidades con el desarrollo tecnológico.

4. Calidad en la evaluación

La IA puede facilitar tareas como la calificación, pero no siempre puede evaluar la creatividad o la argumentación profunda. Se requieren criterios de evaluación que integren lo automatizado con la perspectiva pedagógica del docente, asegurando una valoración integral del aprendizaje.

5. Ética y privacidad como pilares

El uso de datos personales en el ámbito educativo debe estar respaldado por marcos éticos claros. “Los estudiantes deben saber cómo se utilizan sus datos y tener control sobre ellos”, enfatiza García. La educación debe formar ciudadanos digitales conscientes y responsables.

Para que la IA cumpla su promesa de transformar la educación de manera positiva, la colaboración entre gobiernos, universidades y sociedad civil es esencial. La apuesta debe ser por una tecnología que potencie el aprendizaje, siempre con un enfoque humano, ético y sostenible. “La educación debe liderar este proceso de cambio y garantizar que el desarrollo tecnológico no solo sea innovador, sino que esté al servicio de todos”, concluye García