Padres en Texas se declaran culpables de tatuar a sus hijos mientras los mantenían atados y vendados
Una pareja de Texas admitió tatuar a sus hijos pequeños de forma forzada, mientras los mantenían atados y vendados, en un acto de abuso infantil que conmocionó a la comunidad.
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En un caso estremecedor de abuso infantil, Megan y Gunner Farr, una pareja de Texas, se declararon culpables de tatuar a sus hijos pequeños de manera violenta y forzada. El incidente ocurrió el 24 de abril de 2023 en su residencia ubicada en Zavalla, una pequeña comunidad en el este del estado. Según informes de las autoridades locales, los niños de 5 y 9 años fueron atados, vendados y amordazados antes de que los padres les marcaran la piel con una grapa, un acto completamente atroz que levantó una ola de indignación en la comunidad.
El caso fue descubierto después de que los niños mostraron signos visibles de los tatuajes, lo que condujo a una investigación de los Servicios de Protección Infantil (CPS). Sin embargo, el sufrimiento de los pequeños no terminó ahí. Los padres intentaron borrar las marcas raspar y frotar la piel de los niños con tal fuerza que causaron lesiones graves. Este comportamiento escalofriante obligó a las autoridades a intervenir, retirando a los niños del hogar y asegurando su protección inmediata.
Texas: detalles del incidente y confesión de los padres
Los detalles del caso dejaron perplejos a los oficiales encargados de la investigación en Texas. Megan, de 27 años, y Gunner, de 23, utilizaron una aguja punzante para marcar a sus hijos mientras los mantenían inmovilizados, con los ojos vendados y la boca tapada con cinta adhesiva. El abuso no se limitó al acto de tatuar, sino que también incluyó el intento de borrar las marcas de manera violenta. Según el teniente James Denby, jefe interino de la policía de Zavalla, los niños sufrieron lesiones visibles debido a los esfuerzos agresivos de los padres por eliminar las marcas, que dejaron cicatrices evidentes en sus cuerpos.
El niño de 5 años fue marcado en el pie, mientras que el de 9 años sufrió un tatuaje en el hombro. Esta intervención perturbadora fue precedida por una llamada de alerta por parte del padre biológico de los niños, quien, al notar las marcas en la piel de los menores, interrogó a Megan Farr. La respuesta de la mujer fue desconcertante: se rió antes de abandonar el lugar. Fue en ese momento que se contactó a los Servicios de Protección Infantil, quienes rápidamente iniciaron la investigación y confirmaron la gravedad de la situación.
El abuso infantil y la reacción de los Servicios de Protección Infantil
El impacto de este caso de abuso infantil fue devastador, no solo para los niños afectados, sino también para las autoridades encargadas de velar por la seguridad de los menores. Una vez que se notificó el abuso, el Departamento de Servicios de Protección Infantil actuó de manera inmediata, retirando a los niños del hogar junto con sus hermanos menores para garantizar su seguridad. Según el informe, la intervención de CPS fue crucial para evitar más daños a los pequeños.
La investigación reveló que los padres, al darse cuenta de que los tatuajes no podían ser eliminados, intentaron borrar las marcas con métodos extremadamente violentos, como frotar la piel con jugo de limón. Estas acciones no solo incrementaron el dolor y sufrimiento de los menores, sino que también agravan la naturaleza del abuso. Este caso subraya la importancia de la vigilancia de las autoridades y el rol crucial que juegan en la protección de los niños contra cualquier forma de maltrato.
El futuro judicial de Megan y Gunner Farr
Megan y Gunner Farr enfrentan ahora un futuro judicial incierto, tras haber admitido su culpabilidad en este acto de abuso infantil. El tribunal ha confirmado que ambos padres se declararon culpables de infligir daño físico a los menores, y se espera que la sentencia final se dicte en mayo. La confesión de los acusados ha puesto en evidencia la gravedad de los hechos y la magnitud del sufrimiento que infligieron a sus propios hijos.
El sistema judicial ahora evaluará las pruebas y decidirá las consecuencias legales de este acto inhumano. Mientras tanto, los niños han sido retirados de su hogar y están bajo la custodia de las autoridades, quienes siguen trabajando para garantizar su bienestar y recuperación.