"No aceptaba un no por respuesta", dice fiscal en juicio a Weinstein en EEUU

Harvey Weinstein, cuya caída supuso en 2017 el nacimiento del movimiento #MeToo, "nunca aceptaba un no por respuesta" de sus víctimas, dijo este miércoles la fiscalía en la repetición del juicio por agresión y violación al otrora todopoderoso productor de cine.
La fiscal Shannon Lucey presentó al jurado integrado por siete mujeres y cinco hombres que sellarán la suerte del magnate de 73 años, las acusaciones de las tres víctimas que lo han sentado en el banquillo. Y recordó una frase que han repetido las víctimas: "Nunca aceptaba un no por respuesta".
"Él tenía todo el poder, ellas ninguno", dijo la fiscal al describir con pelos y señales las agresiones del productor a sus víctimas. Una de ellas, la entonces modelo polaca Kaja Sokola, tenía 16 años.
Mientras en una pantalla en la sala del tribunal atestada de periodistas se proyectaban las caras de las víctimas, Lucey contó las múltiples demandas de masajes y favores sexuales de Weinstein que la asistente de producción Mimi Haleyi había rechazado hasta que un día, en 2006, "se encontró sola" en un apartamento con el exproductor.
"El acusado, tres veces más grande (que ella), la besó, la toqueteó y (aunque) le dijo que no estaba interesada", la "agarró (...) y la empujó al dormitorio", donde mantuvo sexo oral pese a que la víctima "le suplicaba que parase".
"Cuando quería algo, simplemente lo tomaba", describió la fiscal.
"Harvey Weinstein es culpable", repitió tres veces para cada víctima.
"Este juicio es sobre el hombre más poderoso en la industria del entretenimiento", dijo Lucey.
El exmagnate del cine vuelve a sentarse en el banquillo del Tribunal Penal de Manhattan, después de que una corte de apelaciones anuló en abril de 2024 una condena previa a 23 años de cárcel por violación y agresión sexual por defectos de forma en un juicio previo.
- "Toda la película" -
"No culpable", repitió hasta tres veces su abogado Arthur Aidala, que pidió al jurado "ver toda la película" e insistió en la línea de defensa del exmagnate de Hollywood: que las relaciones sexuales con sus acusadoras siempre fueron "consentidas".
Lo único "inmoral", a su juicio, es que "engañó" a su "estupenda" esposa de entonces.
Tras los alegatos iniciales, es el turno de los testigos. Está previsto que suban al estrado sus tres acusadoras: Mimi Haleyi, la actriz Jessica Mann, que lo denunciaron por agresión sexual y violación, ocurridas en 2006 y 2013, respectivamente, así como Kaja Skola, por una agresión sexual ocurrida presuntamente en 2006 en un hotel de Manhattan.
Enfermo de leucemia, problemas coronarios graves, diabetes, fuertes dolores de espalda, entre una larga lista de enfermedades, que le han llevado en varias ocasiones en los últimos meses a ser hospitalizado, el cofundador de los estudios Miramax ha comparecido en el tribunal en silla de ruedas.
El juez instructor Curtis Farber espera que el juicio al productor de películas como "Sexo, mentiras y video", "Pulp Fiction" o "Shakespeare apasionado", que han dejado una huella indeleble en el cine, concluya a fines de mayo.
Weinstein espera que el caso sea "visto con una nueva mirada" casi ocho años después de que las investigaciones del New York Times y el New Yorker llevaron a su caída y al nacimiento del movimiento #MeToo, que supuso una catarsis para las víctimas de abusos sexuales, en particular en el trabajo.
Detenido en la cárcel de Rikers Island, Weinstein cumple actualmente otra condena de 16 años impuesta por un tribunal de Los Ángeles por violación y agresión sexual en 2013 a una actriz europea.
Sus víctimas lo han descrito como depredador sexual que utilizó su condición de hacedor de carreras en la industria cinematográfica para obtener favores sexuales de actrices o asistentes.
Más de 80 mujeres lo han acusado de acoso, agresión sexual o violación, entre ellas actrices consagradas como Angelina Jolie, Gwyneth Paltrow o Ashley Judd.
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