Una fuga masiva de presos en Haití sacudió este lunes 31 de marzo a la ciudad de Mirebalais, cuando la coalición armada Viv Ansanm (Vivre Ensemble) irrumpió en la cárcel local y liberó a más de 500 detenidos, según cifras de la Red Nacional de Defensa de Derechos Humanos (RNDDH). De los 532 reclusos que escaparon, unos 460 estaban aún en espera de juicio.
El ataque no se limitó al penal. Los pandilleros, armados con rifles automáticos, también incendiaron la comisaría de policía y varias viviendas en la zona, mientras tomaban el control del centro urbano. El hecho evidencia el dominio creciente de las pandillas en Haití, en medio de una profunda crisis humanitaria, inseguridad estructural y ausencia del Estado.
Durante la jornada del lunes, el Hospital Universitario de Mirebalais (HUM) fue uno de los blancos principales de los grupos armados. El miedo se apoderó de la población. Según medios locales, miles de personas abandonaron sus hogares y huyeron hacia comunidades cercanas como Lascahobas y Belladère.
Vecinos denunciaron que la Policía Nacional y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMSS) no llegaron a tiempo. Algunos pobladores intentaron levantar barricadas, pero fueron superados por los incendios provocados durante el ataque. La inseguridad en Haití ha provocado ya decenas de miles de desplazados, en un contexto de descontrol total en zonas como el departamento Centro.
La MMSS, liderada por Kenia y autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU, tiene como objetivo proteger infraestructuras estratégicas. Sin embargo, según residentes de Mirebalais, su presencia no ha impedido que pandillas como Viv Ansanm impongan su ley en territorios clave. “¿Dónde está la policía? Solo vemos fuego y muerte”, declaró un habitante citado por medios locales.
La ofensiva liderada por Jimmy ‘Barbecue’ Chérizier y Ti Gabriel Jean-Pierre, que comenzó en febrero con ataques a cárceles de Puerto Príncipe y la toma del aeropuerto internacional, continúa en aumento. El asalto a la cárcel de Mirebalais representa un nuevo fracaso del Consejo Presidencial de Transición y de los organismos internacionales para garantizar seguridad en Haití.