Científicos capturan la imagen de una estrella recién nacida y en plena formación a 400 años luz
Esta imagen permite a los astrónomos estudiar la interacción de materia en el entorno cercano a una protoestrella, un objeto Herbig-Haro, que destaca por sus chorros de gas.
![Imagen cercana de un disco protoplanetario alrededor de una estrella recién formada. Foto: ESA/NASA Imagen cercana de un disco protoplanetario alrededor de una estrella recién formada. Foto: ESA/NASA](https://imgmedia.larepublica.pe/640x371/larepublica/original/2025/02/10/67aa98a2c93e12637f3a1253.webp)
El telescopio espacial James Webb (JWST) ha proporcionado una nueva visión del universo a través de una imagen de la protoestrella HH30 con un nivel de detalle sorprendente. La imagen muestra el disco protoplanetario visto de canto con un flujo cónico de gas y polvo con un chorro estrecho que sale disparado hacia el espacio.
La protoestrella está envuelta en un denso disco de gas y polvo, el cual es fundamental en el proceso de formación estelar. Este disco parece ocultar parcialmente la estrella central, lo que permite a los astrónomos estudiar la interacción de la materia en el entorno cercano a una estrella en formación.
![Imagen de cerca de un disco protoplanetario alrededor de una estrella recién formada. Se combinan muchas longitudes de onda de luz diferentes y se representan mediante colores separados y diversos. Foto: ESA/Webb, NASA Imagen de cerca de un disco protoplanetario alrededor de una estrella recién formada. Se combinan muchas longitudes de onda de luz diferentes y se representan mediante colores separados y diversos. Foto: ESA/Webb, NASA](https://imgmedia.larepublica.pe/640x640/larepublica/original/2025/02/10/67aa98f0f67a4b4ab024448a.webp)
Imagen de cerca de un disco protoplanetario alrededor de una estrella recién formada. Se combinan muchas longitudes de onda de luz diferentes y se representan mediante colores separados y diversos. Foto: ESA/Webb, NASA
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Un vistazo detallado a una estrella en formación
La estrella HH30, en pleno proceso de formación, está situada a unos 400 años luz de la Tierra, en la constelación de Tauro. La imagen tomada por el telescopio espacial James Webb (JWST) ha revelado detalles inéditos sobre este objeto celeste, un Herbig-Haro, conocido por su brillante neblina creada por los chorros de gas eyectados por las estrellas jóvenes.
![Los objetos Herbig-Haro, como HH 30, son regiones luminosas que rodean a estrellas recién nacidas (conocidas como protoestrellas). Los objetos Herbig-Haro, como HH 30, son regiones luminosas que rodean a estrellas recién nacidas (conocidas como protoestrellas).](https://imgmedia.larepublica.pe/640x323/larepublica/original/2025/02/10/67aa9948c93e12637f3a1254.webp)
Los objetos Herbig-Haro, como HH 30, son regiones luminosas que rodean a estrellas recién nacidas (conocidas como protoestrellas).
La protoestrella está envuelta en un denso disco de gas y polvo, el cual es fundamental en el proceso de formación estelar. Este disco, visto de manera lateral, parece ocultar parcialmente la estrella central, lo que permite a los astrónomos estudiar la interacción de la materia en el entorno cercano a una estrella en formación. Los chorros de gas que emergen de esta estrella joven, a gran velocidad, crean ondas de choque que calientan el material circundante, provocando la emisión de luz en longitudes de onda visibles e infrarrojas.
El James Webb, clave en el descubrimiento de estrellas
El James Webb ha sido la herramienta clave para realizar este avance monumental en la observación espacial. Lanzado en diciembre de 2021, el JWST se encuentra a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, en el punto de Lagrange 2, lo que le permite observar el cosmos con una claridad y precisión sin precedentes. Equipado con un espejo de 6,5 metros de diámetro y tecnología avanzada para la observación infrarroja, el telescopio puede penetrar nubes de gas y polvo, revelando los misterios del espacio profundo.
El JWST no solo ha capturado imágenes de la protoestrella HH30, sino que también ha permitido a los científicos estudiar fenómenos como la formación de discos protoplanetarios y el comportamiento de los granos de polvo en estos discos. Estos hallazgos son fundamentales para entender cómo los sistemas planetarios, como el nuestro, se forman a partir de la materia que rodea a las estrellas jóvenes. Al combinar las observaciones del JWST con las realizadas por el Hubble Space Telescope (HST) y el Atacama Large Millimetre Array (ALMA), los astrónomos han logrado una visión completa y detallada del proceso de formación de HH30.
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La protoestrella que ayuda a comprender el origen del sistema solar
El estudio de la protoestrella va más allá de simplemente comprender la formación de estrellas en general. Este descubrimiento ofrece una ventana única para estudiar cómo los sistemas planetarios se forman a partir de discos de gas y polvo. Al observar cómo los granos de polvo se agrupan en las primeras fases de la formación planetaria, los científicos pueden deducir cómo se crean los planetas a partir de los escombros cósmicos.
La información recolectada por el JWST y otros observatorios, como ALMA, ha permitido observar que los granos más grandes de polvo se agrupan en capas delgadas dentro del disco protoplanetario, un paso clave en la formación de planetas. Esta observación tiene implicaciones directas sobre cómo se originó nuestro propio Sistema Solar, ya que se cree que fenómenos similares ocurrieron hace miles de millones de años, cuando la Tierra y otros planetas se formaban a partir de un disco de material alrededor del Sol joven.