Ciencia

Este es el cocodrilo más grande del mundo: vivió 110 años en cautiverio en Australia y medía más de 5 metros

Este ejemplar de 5,48 metros y más de una tonelada fue reconocido por Guinness World Records como el cocodrilo más grande en cautiverio, atrayendo a visitantes del Marineland Melanesia.

El cocodrilo más grande del mundo habitó en un zoológico en Australia. Foto: CNN
El cocodrilo más grande del mundo habitó en un zoológico en Australia. Foto: CNN

Durante años, una majestuosa criatura habitó tierras australianas: un cocodrilo de agua salada conocido por su extraordinaria fuerza y longevidad. Gracias al trabajo conjunto de un equipo científico y un zoológico con altos estándares de seguridad, este ejemplar se convirtió en un símbolo para visitantes de todas las edades. Su nombre era Cassius, y llegó a medir 5,48 metros de longitud, superando la tonelada de peso, lo que le valió un récord Guinness como el cocodrilo más grande en cautiverio. Bajo cuidados especializados, vivió 110 años en Marineland Melanesia sin protagonizar incidentes.

Originario del río Finniss en el Territorio del Norte, Cassius fue capturado en 1984 tras varios incidentes con embarcaciones. Su traslado a Green Island, Queensland, lo convirtió en una atracción turística y en un símbolo de longevidad animal. Su temperamento fue cambiando y terminó conviviendo con los humanos. A pesar de su avanzada edad, continuó creciendo hasta sus últimos días.​

El cocodrilo más grande de Australia rompió Récord Guinness por tamaño y peso. Foto: CNN

El cocodrilo más grande de Australia rompió Récord Guinness por tamaño y peso. Foto: CNN

¿Cómo era el cocodrilo más grande del mundo que vivió en Australia?

Los cocodrilos de agua salada suelen vivir entre 50 y 70 años, pero Cassius superó ampliamente esa expectativa, alcanzando al menos 110 años. Su longevidad y tamaño lo convirtieron en una leyenda viviente, admirado por miles de visitantes que acudían al Marineland Melanesia para verlo.​ Este tipo de reptiles suelen ser los más grandes de su especie, pero Cassiuss era diferente y rompió todos los récords.

Cassius, antes de su pacífica vida en el santuario, era conocido por sus enfrentamientos con barcos en el río Finniss, lo que le valió su captura. Su aspecto imponente, con cicatrices visibles, era testimonio de su vida salvaje. Una vez en el Marineland Melanesia, se convirtió en el centro de atención, siendo reconocido por el Guinness World Records como el cocodrilo más grande en cautiverio.​

Una nueva especie de serpiente es descubierta en Perú

El estudio fue liderado por el Dr. Edgar Lehr de la Illinois Wesleyan University y el Dr. Cesar Aguilar Puntriano del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. La serpiente lleva el nombre de la primatóloga y conservacionista Jane Goodall, en reconocimiento a su labor en la ciencia y el activismo ambiental.

Tachymenoides goodallae se distingue por una combinación única de escamas, colores y patrones. Los investigadores documentaron 21 especímenes recolectados, de los cuales 17 son machos y 4 hembras. El ejemplar tipo fue hallado en Chacos, dentro de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Yanachaga Chemillén, en la región Pasco.

Las características externas de la serpiente incluyen escamas dorsales lisas y una notable variabilidad en su coloración, que abarca desde negro casi uniforme hasta tonos canela y grisáceos pálidos.

Descubren un fósil único de hace 444 millones de años que revela una nueva forma de fosilización invertida

Un fósil marino hallado en Sudáfrica ha sorprendido a la comunidad científica por conservar tejidos blandos internos de forma excepcional, pese a tener más de 444 millones de años. Presentado oficialmente en 2025 por la Universidad de Leicester y publicado en la revista Paleontology, este espécimen representa un hallazgo sin precedentes debido a su forma de preservación: un caso raro de fosilización invertida, donde solo se conservaron músculos, tendones e intestinos, mientras que las partes externas del animal, como caparazón, patas o cabeza, no dejaron rastro.

El fósil pertenece a un artrópodo marino primitivo descubierto en la formación Soom Shale. Fue apodado 'Sue' por la paleontóloga Sarah Gabbott, quien dirigió el estudio durante más de 25 años y lo nombró científicamente Keurbos susanae en honor a su madre. Su preservación tan poco común reabre el debate sobre cómo se forman los fósiles y qué tanto sabemos de la evolución de las primeras especies animales.