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Descubren en la Antártida al ave moderna más antigua del mundo: cazaba peces y vivió hace 68 millones de años

El hallazgo de un fósil en la Antártida revela que las aves modernas ya existían hace 68 millones de años, lo que desafía la teoría de su evolución posterior a la extinción de los dinosaurios

Un cráneo del 'Vegavis iaai' fue encontrado durante una expedición científica a la Península Antártica. Foto: difusión
Un cráneo del 'Vegavis iaai' fue encontrado durante una expedición científica a la Península Antártica. Foto: difusión

El reciente hallazgo de un fósil de cráneo casi completo en la Antártida ha revelado la existencia del ave moderna más antigua identificada hasta ahora. Se trata de una criatura de dimensiones similares a las de un pato silvestre, que habitó el planeta hace aproximadamente 68 millones de años, según un estudio publicado en la prestigiosa revista Nature.

Este descubrimiento aporta una nueva perspectiva a la evolución de las aves y desafía la hipótesis de que su diversificación ocurrió únicamente después de la extinción de los dinosaurios. Por ende, se sugiere que las aves modernas ya habían comenzado a desarrollarse mucho antes del impacto del asteroide que marcó el fin de la era de los ancestros reptiles.

¿Cuál es el ave moderna más antigua del mundo que fue encontrada en la Antártida?

Se trata del 'Vegavis iaai', un ave acuática que utilizaba sus patas para impulsarse bajo el agua y capturar peces, adoptando un estilo de vida similar al de los colimbos y somormujos actuales.

Según Cristopher Torres, autor principal del estudio y profesor de biología en la Universidad del Pacífico en California, esta ave contaba con músculos mandibulares desarrollados que le permitían cerrar su boca rápidamente bajo el agua, una característica observada en aves buceadoras modernas.

Asimismo, el fósil del 'Vegavis iaai', incrustado en una roca con una antigüedad estimada entre 68,4 y 69,2 millones de años, representa el miembro más antiguo conocido del grupo que engloba a todas las aves modernas. Así lo indicó Patrick O’Connor, coautor del estudio y profesor en la Universidad de Ohio.

Imagen referencial del 'Vegavis', quienes buceaban en aguas frías. Foto: difusión

Imagen referencial del 'Vegavis', quienes buceaban en aguas frías. Foto: difusión

Las aves modernas habrían existido junto a los dinosaurios

El cráneo del 'Vegavis iaai', notablemente bien conservado, fue encontrado durante una expedición científica a la Península Antártica, una región que en el pasado albergó un ecosistema muy diferente al actual. Su estructura ósea revela características avanzadas propias de las aves contemporáneas, entre ellas un pico sin dientes, lo que sugiere una alimentación más eficiente y especializada.

Además, la forma del cerebro se asemeja a la de las especies actuales. Por ende, su descubrimiento respalda la teoría de que las aves modernas coexistieron con los dinosaurios y no surgieron tras su extinción, como se había creído anteriormente, indicó Cristopher Torres.

Una ave superviviente de la catástrofe que acabó con los dinosaurios

Hace 69 millones de años, la Antártida era un territorio muy distinto al de la actualidad. En lugar de extensas capas de hielo, estaba cubierta por densos bosques y gozaba de un clima templado, condiciones ideales para especies como 'Vegavis'. Su fósil fue hallado en una unidad rocosa marina, lo que sugiere que esta ave habitaba en entornos costeros y se sumergía en aguas frías en busca de alimento, un comportamiento similar al de algunas aves acuáticas modernas.

El descubrimiento de 'Vegavis', junto con el de otras aves ancestrales en la región, como 'Conflicto Antarcticus', proporciona pistas valiosas sobre los mecanismos de supervivencia que permitieron a ciertas especies resistir la extinción masiva provocada por el impacto del asteroide que acabó con los dinosaurios.

Este estudio no solo reconfigura la historia evolutiva de las aves, sino que también subraya el papel de la Antártida como un depósito invaluable de información sobre la vida prehistórica. Con cada fósil descubierto, los científicos pueden reconstruir con mayor precisión cómo las especies actuales emergieron en un mundo previamente dominado por gigantes.