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Sociedad

Elita Espino, la joven peruana que mató a su madre por dinero y exigió su millonaria herencia desde prisión

Casos de parricidio en Perú han generado conmoción, al involucrar asesinatos de madres a manos de sus hijas. La historia de Elita Espino Vásquez es uno de los más notorios.

Elita Espino planeó el asesinato de su madre junto a su pareja, Fernando Gonzáles Asenjo, y su amigo Eduardo Cornejo. Foto: Composición LR/ Andina/ Generacción
Elita Espino planeó el asesinato de su madre junto a su pareja, Fernando Gonzáles Asenjo, y su amigo Eduardo Cornejo. Foto: Composición LR/ Andina/ Generacción

En el Perú, se han registrado asesinatos de hijas a sus madres que han impactado profundamente a la opinión pública debido a la violencia y el fuerte impacto emocional que provocan. Estos casos no solo generan conmoción por la brutalidad del hecho, sino también por la ruptura del vínculo familiar y las razones que los motivaron. En ciertas ocasiones, estos crímenes han estado vinculados a disputas económicas o conflictos dentro del entorno familiar.

Tal es el caso de Elita Espino Vásquez, quien asesinó a su madre, la abogada Elizabeth Vásquez Marín, el 26 de enero de 2010, junto a su pareja, Fernando González Asenjo, y su amigo Eduardo Cornejo Ruiz.

Las sospechas iniciales fueron vinculadas a amenazas que recibió su exesposo

Inicialmente, se vinculó el asesinato con las amenazas que había recibido Alejandro Espino, exesposo de la abogada. Espino, también un reconocido abogado, se desempeñaba como fiscal anticorrupción y tuvo un rol fundamental en su lucha contra la mafia fujimontesinista y el narcotraficante Fernando Zevallos, conocido como ‘Lunarejo’. El fiscal acumuló numerosos enemigos, algunos de gran influencia y poder. No obstante, las investigaciones policiales no lograron avanzar ni obtener resultados concretos.

Al quedar descartada esa opción, la atención se enfocó en la hija, Elizabeth Espino, también conocida como Elita. Durante el velorio y el sepelio de su madre, la joven aparentaba estar profundamente afectada y triste. No obstante, su relato de lo sucedido no logró convencer a la Policía Nacional del Perú (PNP).

 María Liliana Huamán Chuquilín, exempleada del hogar de la víctima, fue clave en el caso para acusar a Elita Espino. Foto: Composición LR/ Poder Judicial

María Liliana Huamán Chuquilín, exempleada del hogar de la víctima, fue clave en el caso para acusar a Elita Espino. Foto: Composición LR/ Poder Judicial

Una semana después del asesinato, los peritos decidieron interrogar a la hija tras el sepelio de su madre, ya que varios elementos no cuadraban. Por esta razón, el 9 de febrero, la Dirincri solicitó la detención preventiva de la joven estudiante al hallar indicios razonables de su participación como autora intelectual del homicidio.

Esta medida se ejecutó el 14 de febrero. Ante las constantes preguntas y las contradicciones en las que caía repetidamente, Elita finalmente confesó su responsabilidad en el crimen. Junto a ella también fueron arrestados su enamorado, Fernando Gonzales, y su amigo Jorge Cornejo.

¿Qué ocurrió previamente al crimen, según la confesión de Elita?

De acuerdo con el testimonio de Elita Espino, cansada de que su madre se opusiera a su relación con su enamorado, Fernando González Asenjo, decidió acabar con su vida. Así, planeó el asesinato junto a su pareja de ese entonces y su amigo Eduardo Cornejo.

Elita relató lo ocurrido el 26 de enero de 2010, fecha en que se cometió el crimen. Explicó que permitió el ingreso de Cornejo y Gonzales mientras su madre, Elizabeth Vásquez, se encontraba en el baño. Al salir de la ducha, la mujer se dio cuenta de las intenciones de su hija e intentó pedir ayuda.

En ese momento, Gonzales y Cornejo agredieron a la joven, golpeándola en el cuerpo y la cabeza para evitar que alcanzara la puerta y pudiera pedir ayuda. Según el testimonio de la trabajadora doméstica en la casa de Elita Espino, la víctima fue encerrada en la cocina, lo que le impidió acudir a la abogada a pesar de sus gritos desesperados. Además, la trabajadora afirmó que la joven asfixió a su madre con una almohada.

"Sí, nosotros la matamos. Estaba harta de sus reglas, de que me diga ‘haz esto, haz lo otro’, o que no me juntara con ese chico. A nadie aceptaba, nadie era lo suficientemente bueno, mientras ella hacía lo que quería desde que se separó de papá", confesó Elita Espino a la policía de la División de Homicidios.

María Liliana Huamán Chuquilín, exempleada de la abogada y testigo clave del caso

María Liliana Huamán Chuquilín, exempleada del hogar de la víctima, recordó lo sucedido el 26 de enero de 2010, día en que se cometió el crimen. Según su testimonio, esa noche Elita Espino le ordenó que se retirara temprano a descansar. Al llegar a su habitación, comenzó a escuchar los gritos de auxilio de la abogada, lo que la llenó de temor. “Ese día me sentí un poco inquieta. Tenía mucho miedo. La voz de la abogada nunca se me va a olvidar”, mencionó en el juicio.

La joven contó que no pudo acudir en su ayuda porque la puerta de la cocina estaba cerrada con llave, el único acceso al resto de la casa. Además, mencionó que escuchó a Elita decirle a su madre: "Eso te pasa por hacer más por tus papitos que por mí", hasta que una voz masculina la hizo callar.

 En la audiencia llevada a cabo en el Penal de Lurigancho, Elizabeth Espino estuvo acompañada por Jorge Cornejo Ruiz y su pareja, Fernando Gonzales. Foto: Composición LR/ Poder Judicial

En la audiencia llevada a cabo en el Penal de Lurigancho, Elizabeth Espino estuvo acompañada por Jorge Cornejo Ruiz y su pareja, Fernando Gonzales. Foto: Composición LR/ Poder Judicial

Al día siguiente, Liliana notó el comportamiento extraño de Elita, quien le aseguró que su madre había salido de madrugada. "Esa noche no pude dormir. A las 5 de la mañana del día siguiente, me levanté y preparé jugo de naranja. Entonces apareció la joven y me dijo que lo tomara, porque su madre había salido de madrugada", indicó.

Posteriormente, la joven la envió a comprar licor y cigarrillos. Luego de consumir mucho alcohol, y visiblemente afectada, Elita le confesó el crimen y mencionó que estaba cansada de que su madre interfiriera en su relación. "Me contó que tenía un enamorado llamado Fernando. Empezó a beber cuando me dijo: ‘Te quiero comentar algo, pero prométeme que no le dirás a nadie. Yo fui quien le hizo eso a mi mamá. Me tenía harta. No me dejaba estar con mi novio. Yo la aplasté con la almohada’". Tras hacer esa declaración, rompió en llanto, lo que dejó a Liliana asustada y confundida.

La exempleada aseguró que recibió amenazas de Alejandro Espino

María Liliana Huamán declaró que fue amenazada por Alejandro Espino para que no revelara detalles a la Policía. Según su testimonio, el abogado le advirtió: "No digas nada porque te puede pasar algo", lo que la hizo sentirse intimidada.

Por su parte, Liliana Vásquez Marín, hermana de la víctima, expresó su indignación ante la actitud del padre de su sobrina. Señaló que ocultar la verdad lo convierte en cómplice y cuestionó el rol de quienes administran justicia en el país, al criticar que uno de sus integrantes no colaborara con el esclarecimiento de los hechos.

¿A cuántos años fue condenada Elita y sus cómplices?

Finalmente, Elita Espino fue sentenciada a 30 años de prisión por el delito de parricidio. No obstante, esta condena no ha logrado traer paz ni consuelo a la familia de Elizabeth Vásquez, ya que la joven continuó exigiendo la millonaria herencia de su madre, que ascendía a 15 millones de soles, e incluso la de su abuelo, quien fue uno de los principales impulsores de su encarcelamiento.

Sin embargo, el fallecido Ernesto Vásquez, padre de Elizabeth, presentó una demanda para que la joven fuera declarada indigna de recibir la sucesión, lo cual finalmente se logró.

Asimismo, en esta última instancia se confirmó la sentencia contra Fernando Gonzáles y Jorge Cornejo, quienes recibieron 28 años de prisión como coautores del delito de homicidio.

Su pareja, Fernando Gonzáles Asenjo, pretendió cargar con toda la culpa

Fernando Gonzáles Asenjo, pareja de Elizabeth Espino, intentó asumir toda la culpa con el objetivo de protegerla; sin embargo, su estrategia fracasó y todos terminaron siendo sentenciados.